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Foto: Claudia Hormaechea |
En el día de hoy hemos recibido la visita de una psicóloga psicoanalista, Helena Trujillo, profesora de formación profesional del "Grupo Cero", además de participante en otros muchos proyectos, y presentadora de radio en programas como: "La sexualidad femenina" y "Una cita en el diván", que nos ha dado una charla sobre distintos temas relacionados con el arte y el artista. Para empezar, afirma que todos podemos llegar a ser artistas tras horas de trabajo, empeño e ilusión, que esa teoría de que si no lo llevas dentro, nunca llegarás a ser uno de verdad, es falsa. También afirma que a la hora de crear, el artista ha de dejar sus preocupaciones, alegrías, tristezas, etc... a un lado, no sin antes haber pasado por el psicoanálisis y haberse encontrado a sí mismo, ya que de lo contrario, estaría plasmando en su obra parte de él y en cuanto fuera vista por cualquier otra persona, reconocería antes al autor que a lo que nos quiere transmitir. En definitiva, el artista se tiene que hacer, se tiene que dejar llevar y se tiene que conocer antes de empezar cualquier obra, pues de lo contrario, ni estaría siendo un artista, ni su obra, una a la que posteriormente podamos considerar "arte", ya sea un retrato de lo más realista, o un punto negro sobre el lienzo blanco.
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Foto: Claudia Hormaechea |
Posteriormente, cuando Helena ha finalizado su discurso, ha dado paso a Lucía Hervás, exalumna de la Universidad Rey Juan Carlos, de Aranjuez, que actualmente imparte talleres de "arteterapia" en el centro de psicología y arteterapia YMAGO. Nos hizo una breve demostración de en qué consisten sus talleres separando a la clase en grupos de cinco y mandándonos hacer un "cadáver exquisito", el cual os muestro a la derecha; consistía en que cada partícipe del grupo cogiera un papel en blanco y un color y dibujara en un minuto lo primero que se le pasara por la cabeza, a continuación, dichos papeles rotarían entre el grupo hasta haber pintado algo todos en todos los papeles, ahí volvería a su dueño y vería en lo que se ha transformado su idea inicial y el enfoque que le ha dado el resto de sus compañeros. Para finalizar, y ya en parejas, tuvimos que hacer un diálogo ilustrado, con el cual, sin palabras, habláramos con nuestro compañero a base de dibujos.
Fue una experiencia bastante divertida que hizo de estas dos horas algo ameno de lo que poder aprender bastante, tanto del resto como de uno mismo.
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